A partir del bautismo con el Espíritu Santo, el cual es personalmente realizado por el Señor Jesús, el cristiano comienza a gozar de derechos y privilegios, como por ejemplo el hablar en lenguas extrañas para su propia edificación, la manifestación de la fe viva y poderosa delante de las fuerzas del mal, condiciones de sobrepasar cualquier barrera de dificultad por el poder concedido por Dios en aquel instante y tantas ventajas que solamente después de esa bendición la persona puede evaluar.
La acción de fe que se debe tomar en ese sentido es esforzarse al máximo en la búsqueda de la presencia de Dios a través de oraciones, ayunos, lectura de la Biblia y, sobre todo, en la participación regular de las reuniones, especialmente aquellas dedicadas a la búsqueda del Espíritu Santo y al fortalecimiento espiritual (miércoles y domingos).
El candidato debe abstenerse de cualquier preocupación o pensamiento insignificante que lo haga distraer, debe tratar de ocupar su mente con alabanzas al Señor Jesús.
Es obvio que en el momento que la persona se propone buscar el Sello de Dios para su vida encuentra un millón de obstáculos causados por el mal para desanimarla. El diablo sabe que cuando la persona recibe el bautismo con el Espíritu Santo se vuelve implacable en su fe y, consecuentemente, un soldado habilitado para vencerlo en cualquier momento en el Nombre del Señor Jesús.
Prestá atención: durante la búsqueda no te quedes callado delante de Dios con la expectativa de que algo va a pasar. ¡¡¡De ninguna manera!!! Dirigí tus pensamientos a través de oraciones y palabras que expresen tu cariño y amor por tu Señor.
El libro de Salmos está repleto de oraciones de alabanzas a dios, sería bastante bueno para quien quiere recibir el Espíritu Santo conocer bien la forma por la cual se glorifica a Dios, expresando Su Gloria a través de palabras. Cuando la persona haya honrado a Dios de todo su corazón, entonces la manifestación de la presencia de Dios viene y envuelve su ser renovándola en sus fuerzas teniendo paz. No es necesario sentir nada en ese momento.
Enseguida, empieza a orar en lenguas extrañas. En ese momento, la persona comienza a ver de verdad todos sus problemas de una forma insignificante, grande es la capacidad que el Espíritu Santo le da.
En el momento exacto en que la persona estuviera intentando alabar a Dios y se envuelve en un clima de alabanza es normal que alguien empiece a llamar su atención. Siempre sucede esto a fin de desviar la atención. Si sucede eso, la persona debe quedar aún más feliz de la vida, ¿por qué? Simplemente, porque está en el camino correcto y el bautismo tan deseado está listo para acontecer.
Lo bueno es que, gracias a Dios, aquellos "disturbios" no son otra cosa sino obra del mal con el objetivo de desviar la atención de las personas de dios hacia su alrededor y, por consiguiente, impedir que continúen buscando al Señor de todo su corazón.
"... El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con Su sombra... " (S. Lucas 1.35)
Dios los bendiga!!!
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