jueves, 8 de noviembre de 2012

El noviazgo del joven cristiano (1º parte)

Entre las muchas cosas que afectan la vida del adolescente, sin duda alguna su vida sentimental es una de las principales. Cuando somos niños, nuestras afecciones generalmente se concretizan en la familia: padre, madre y hermanos.

A medida que crecemos, comienza a despertar en nostros una atracción por el sexo opuesto. Ese tipo de comportamento ya se puede percibir desde muy temprano en la vida. Es cuando, por ejemplo, el chico se enamora por la profesora o compañera del colegio, la chica sueña con aquel galán de cine o cantante popular y, algunas veces, se enamora de un primo o vecino.

Es totalmente normal que eso suceda en la vida del joven, pero después descubrirá cuán pasajeras son esas "pasiones".

Si, por casualidad, esa atracción sea por personas del mismo sexo, o sea, un deseo homosexual, eso no debe ser encarado como cosa normal, en ese caso la persona debe buscar inmediatamente la liberación espiritual de esa fuerza maligna contraria a la voluntad de Dios.

               Pasión vs. amor

Asi como el falso se distingue del verdadero, la pasión es diferente del amor.

El sentimiento de pasión es altamente engañoso, y ahí es donde está el peligro. Muchos son los que se han casado o se han entregado sexsualmente a alguien fuera del matrimonio movidos simplemente por una pasión. Cuán amargos recuerdos y frustraciones ellos han sufrido.

Dice el Señor: "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" Jeremías 17.9

Es necesario que vos sepas diferenciar el sentimiento de pasión del sentimiento de amor.

La pasión, por ejemplo, generalmente se basa en la apariencia exterior y física.

Entonces cuando vos, chico, te sientas atraído por la belleza física de una chica eso es solo pasión. Es un sentimiento engañoso.

¡Dios bendiga a todos!

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