“Aconteció que murió el mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado” (Lucas 16:22)
Esta es una historia que indudablemente no es real; pero (y aca viene la parte importante) revela las verdades después de la muerte. En este versículo que acabaste de leer se enfoca la conducción del alma del mendigo por los ángeles hasta el seno de Abraham.
Las siguientes preguntas te van a ayudar a entender el texto.
1- ¿Por qué destaca el hecho que, después de la muerte, el mendigo fue llevado por ángeles para el seno de Abraham?
Primero, queda claro que la muerte de la materia (del cuerpo) no significa la muerte del alma. Esta se mantiene tan viva como el tiempo vivido en la materia. Más adelante, Abraham dijo que Lázaro está consolado. Los muertos no son consolados; por lo tanto, se sobreentiende que existe vida después de la muerte. Podés comprobar que la respuesta a la pregunta del título es Sí!!!
Segundo, el alma deja la materia inmediatamente después de la muerte. Los ángeles del Señor conducen el alma de Lázaro al seno de Abraham.
Tercero, al salir del cuerpo, el alma no queda deambulando libre por el espacio. No tendría sentido, por ejemplo, la persona morir en la fe, tener su nombre registrado en el Libro de la Vida y su alma quedar vagando por el Universo. Eso va en contra de la Palabra de Dios que dice:
“Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27)
2- Mientras el juicio final no suceda, ¿dónde quedan las almas de los salvos y los perdidos? Esto vamos a verlo más adelante.
Una cosa es segura: al dejar el cuerpo, el alma no tiene libertad para moverse. De no ser así, el alma del rico huiría y no llegaría al infierno.
Antes de que alguien muera, existen ángeles o demonios aguardando que su alma sea liberada de su cuerpo. No existe disputa entre ángeles y demonios por aquella alma. La misma ya tiene un señor a quien decidió entregarse cuando estaba viva y, en el momento de su pasaje, los mensajes del señor esa alma vienen a buscarla.
La disputa por el alma se hace mientras la persona está viva en este mundo. Aca en al Tierra es el campo de batalla por el alma humana. De un lado el Señor Jesús, a través de Sus siervos, luchando para salvarlas mediante la predicación de la Palabra de Dios. Del otro lado, los espíritus inmundos han intentado arrastrar al máximo de los seguidores de Jesús para si. Cada uno tiene derecho a elegir a qué señor servir. ¿Y si la persona no opta por ninguno de los dos? En ese caso, se queda en el muro y el muro pertenece al diablo.
Por lo tanto, después de la muerte ya no hay nada más que hacer por el alma. No existen rezos, misas, oraciones, ofrendas, sacrificios; nada, absolutamente nada puede cambiar el destino del alma después de la muerte.
Vos fijate que el texto sagrado dice que el alma de Lázaro fue llevada. Su alma no fue sola volando para el seno de Abraham. Con respecto al rico, el Señor dijo:
"... y murió también el rico, y fue sepultado. Y en el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos..." (Lucas 16:22-23)
3- ¿Qué sucedió con el alma del rico después de la muerte? ¿Fue volando para el infierno? ¡Claro que no!
El mismo proceso en relación a Lázaro se dio con el rico. O sea, así como los mensajeros de Dios llevaron a Lázaro al seno de Abraham, los mensajeros del diablo llevaron al rico para el infierno.
El Señor de Lázaro cuidó de su alma después de su muerte y lo llevó para Su morada. Ya el señor del rico, Satanás, también cuidó de su alma llevándola para su morada, el infierno.
Por causa de la elección del señor que se hace en vida, después de la muerte pertenecerá por toda la eternidad. Esa es la razón de que no haya más disputa por el alma de la persona que muere. El señor, en vida, continuará siendo el Señor del alma después de la muerte.