viernes, 13 de enero de 2012

Historia de sabiduría

Hace algunas semanas estaba leyendo un diario y encontré un texto, me puse a leerlo porque me llamó bastante la atención el título; lo leí y me pareció muy interesante; lo voy a compartir aca en el blog. Leé y prestá bastante atención.

   Es la tarde de viernes y estás manejando hacia tu casa... Sintonizás la radio. El noticiero cuenta una historia de poca importancia (como siempre): "En un pueblo lejano han muerto 3 personas de una enfermedad desconocida" ¿Qué son 3 personas? Nada, pensás; no le prestás mucha atención... El lunes, al despertar, escuchás que ya no son 3, sino 30.000 personas las que han muerto en las colinas remotas de la India. Gente del control de enfermedades de varios países han ido a investigar. 
   El martes ya es la noticia más importante en la tapa del diario, porque ya no solo es en la India, sino en Pakistán, Irán y Afganistán y pronto la noticia sale en todos los noticieros. Le llaman "Influenza Misteriosa" y no saben cómo controlarla. 
   Una noticia sorprende a todos: Europa cierra sus fronteras, no habrá vuelos a Francia desde la India, ni desde ningún otro país donde se haya visto la enfermedad.
   La información dice que cuando tenés el virus, transcurre una semana y ni cuenta te das. Luego tenés 4 días de síntomas horribles y entonces morís.
   Inglaterra cierra sus también sus fronteras, pero es tarde, pasa un día más y el Secretario General de la ONU cierra las fronteras de Europa y Asia para evitar el contagio, hasta que encuentren la cura...
   Se escucha la noticia: "Dos mujeres han muerto en Nueva York". En horas parece que la enfermedad invade todo el mundo.
   Los científicos siguen trabajando para encontrar el antídoto, pero nada funciona. Y, de repente, viene la noticia: Se ha descifrado el código de ADN del virus. Se puede hacer un antídoto. Se requiere la sangre de alguien que no haya sido infectado. Todos deben ir al hospital más cercano para que se les practique un examen de sangre.
   Vas de voluntario con tu familia, junto a unos vecinos; te preguntás: ¿qué estará pasando? ¿Será el fin del mundo?
   De repente el doctor sale gritando un nombre que ha leído en el registro. Tu hijo más pequeño que está a tu lado te agarra la camisa y dice "¡¡¡Papi, ese es mi nombre!!!". Antes que puedas reaccionar se están llevando a tu hijo y gritás ¡Esperen! Ellos contestan: "Todo está bien, su sangre está limpia y es pura. Creemos que tiene el tipo de sangre correcta".
   Después de 5 largos minutos los médicos salen llorando y riendo. El doctor de mayor edad se te acerca y dice: "Gracias señor, la sangre de su hijo es perfecta, está limpia y pura, se puede hacer el antídoto..."
   La noticia corre por todas partes, la gente está orando y llorando de felicidad. En ese momento, el doctor se acerca y dice: "¿Podemos hablar un momento? Es que no sabíamos que el donante sería un niño y necesitamos que firmen este formulario para darnos el permiso de usar su sangre". Cuando estás leyendo el documento te das cuenta que no ponen la cantidad que van a necesitar y preguntás: "¿Cuánta sangre necesitarán?"
   La sonrisa del doctor desaparece y contesta: "No pensábamos que sería un niño. No estábamos preparados, la necesitamos toda..." No lo podés creer... El doctor sigue insistiendo: "Usted no entiende, estamos hablando de la cura para todo el mundo. Por favor firme, la necesitamos toda..." Preguntás: "¿Pero no pueden hacer una transfusión?" Y viene la respuesta: "Si tuviéramos sangre sangre limpia podríamos... ¿Va a firmar? Por favor ¡Firme!" En silencio y sin poder sentir los dedos que sostienen la lapicera en la mano, firmás. Te preguntan: "¿Quiere ver a su hijo?"
   Caminás hacia esa sala de emergencia donde está tu hijo sentado en la cama diciendo: "¡Papi, mami! ¿qué pasa?". Tomás su mano y le decís: "Hijo, tu mami y yo te amamos y nunca dejaríamos que te pasara algo que no fuera necesario".
   El doctor regresa y te dice: "Lo siento, necesitamos comenzar, está muriendo gente en todo el mundo...".
   ¿Te podés ir? ¿Podés darle la espalda a tu hijo y dejarlo allí mientras él te dice: "Papi, mami, ¿por qué me abandonaron?"
   A la mañana siguiente, cuando hacen una ceremonia para honrar a tu hijo, algunas personas se quedan dormidas en casa, otras no vienen porque prefieren salir de paseo o ver un partido de fútbol y otras vienen a la ceremonia con una sonrisa falsa, fingiendo que les importa. Quisieras pararte y gritar: "¡Mi hijo murió por ustedes! ¿Acaso no les importa?"
   Es eso lo que Dios nos quiere decir: "Mi hijo murió por ustedes, ¿todavía no saben cuánto los amo?"
   Es curioso lo simple que es para las personas desechar a Dios y después preguntarse por qué el mundo va de mal en peor. Es curioso ver cómo creemos todo lo que leemos en el diario, pero cuestionamos lo que dice la Biblia. Es curioso cómo nos esforzamos día tras día atesorando bienes terrenales y no dedicamos unos cuantos minutos a atesorar los bienes celestiales.
   Es curioso cómo alguien dice: "Yo creo en Dios", pero con sus acciones demuestra que sigue a otros. [Hipócrita]
   Es curioso cómo la lujuria cruda, vulgar y obscena pasa libremente a través del ciberespacio, pero la discusión pública de Jesús es suprimida en las escuelas y en los lugares de trabajo. 
   Es curioso que cuando termines de leer este mensaje, no sientas la necesidad de compartirlo con los demás; simplemente porque no estás seguro/a de lo que ellos creen o vayan a pensar.
   Es curioso cómo nos preocupamos más de lo que la gente piense que de lo que Dios piense de nosotros.
   ¡No te detengas, compartilo!

Buen fin de semana para todos, Dios los bendiga

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