Sabemos que antes de hablar de justicia, la intención de Jesús en la parábola del juez injusto era demostrar a través de aquella viuda el modelo de fe que debemos practicar, una fe constante que no mira las dificultades ni se deja desanimar. (Te propongo que primero leas y medites sobre esta parábola que esta escrita en San Lucas 18:1-8) Ese modelo de fe es, sin ninguna duda, lo que más ha faltado en la iglesia del Señor Jesús en los días actuales.
Noto una gran falta de compromiso de las personas y una facilidad que ellas tienen de quebrar sus votos; incluso, muchos obreros piensan que no necesitan del uniforme para hacer la obra de Dios. Ahora, sabemos que la fuerza de Sansón no estaba en su cabello, así como no es el uniforme la fuerza del obrero, pero sí el voto, el compromiso con Dios; y el uniforme caracteriza ese compromiso de ganar almas hasta la venida de Jesús.
Muchas veces, por escuchar al obispo aconsejar a aquellos que no nacieron de Dios y salieron de la obra, muchos obreros distorsionan y creen que por cualquier motivo pueden dejar el arado. No creo que el obispo Macedo tenga la intención de que los que salen no vuelvan más, creo que él quiere que vuelvan, pero transformados.
La verdad es que para quien nació de Dios no existe la posibilidad de desistir; si existe esa idea constante dentro de la persona es porque hay algo equivocado en ella.
Por la falta de compromiso, las personas no han enfrentado más sus desiertos sin desanimar; esto explica por qué tantos en nuestro medio no tuvieron la experiencia del encuentro con Dios, las mayores experiencias que tenemos con Dios son proporcionadas por los desiertos que pasamos.
Aquel que será muy usado tiene que ser muy provocado, y es en las horas más difíciles que nuestra oración es aún más sincera y dependiente de Dios; esa dependencia sumada al libramiento que llega al final del desierto nos hace madurar en la fe para enfrentar y vencer otros desafíos (luego de un desafío hoy vendrán otros desafíos mayores).
La perseverancia en las horas más difíciles agrada a Dios porque es la mayor demostración de confianza del ser humano para con El. Por eso, no podemos dejar que la apostasía que ha hecho que muchos se queden por el medio del camino llegue a nosotros. Debemos rechazar cualquier pensamiento que quiera desanimarnos y nunca creer normal mirar atrás.
No te olvides que: ((([[--->>> PARA ESTE MUNDO, EL VENCEDOR ES AQUEL QUE CONQUISTA EL ORO Y EL MORO; PERO, PARA JESÚS, EL VENCEDOR ES AQUEL QUE PERMANECE HASTA EL FIN<<<---]])))
¡Permanecé y perseverá hasta el fin!
Dios los bendiga y tengan una excelente semana!!!
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