Así como son tres los elementos en la ceremonia del bautismo en las aguas (el siervo de Dios, el candidato y el agua), también el bautismo con el Espíritu Santo envuelve a tres personas: el Señor Jesús, el candidato y el Espíritu Santo.
En el bautismo en las aguas, el ministro de Dios sumerge al candidato en las aguas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, pero en el bautismo con el Espíritu Santo, el Señor Jesús es el Ministro que sumerge al candidato en Su Espíritu.
Cuando Juan el bautista estaba bautizando a todos los que se arrepentían de sus pecados en el Río Jordán, muchos judíos pensaban que era el Mesías tan esperado. Él, sin embargo, testificando al respecto del Señor Jesús, dijo:
"... Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego" (Lucas 3:16)
Mientras el bautismo en las aguas sucede con la intervención humana, pues es el ministro de Dios quien lo ejecuta; el bautismo con el Espíritu santo es realizado exclusivamente por el Señor Jesús. ¡¡¡Él es el Único que bautiza!!! Los candidatos a este bautismo, por lo tanto, deben orar pidiendo al Señor Jesús que los bautice, ya que además es una promesa que Él mismo dijo:
"Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más, vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?" (Lucas 11:13)
Dios los bendiga con abundancia!!!
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