domingo, 11 de diciembre de 2011

CÓMO RECIBIR EL ESPÍRITU SANTO: Introducción

Hoy comenzamos en todo el mundo el Ayuno de Daniel, que se trata de un sacrificio muy importante para aquellos que quieren de hecho y de verdad recibir el Espíritu Santo que es el Poder de Dios en el ser humano. Comenzamos hoy y seguiremos hasta el último día del año para terminar el 2011 de la mejor manera que una persona puede hacerlo y garantizar un 2012 muy bendecido y con la presencia del Espíritu de Dios en cada uno de nosotros.


Obviamente, el Espíritu Santo no viene sobre todos, o sobre algunos al azar, sino sobre aquellos que lo ponen en 1º lugar en su vida y lo buscan fervorosamente sin cesar; en estos días vamos a hacer esto, además de un aislamiento de todas las cosas que no pertenecen a Dios y que 


Todos quieren terminar muy bien el año; ahora, ni todos están dispuestos a sacrificar las cosas del mundo que nada tienen que ver con Dios para recibir aquello que es más valioso e importante para nosotros.


Desde hoy aca en este espacio encontrarán palabras y mensajes para su crecimiento espiritual y para estar más enfocados en las cosas de Dios.


Una de las preguntas más frecuentes de parte de las personas es: ¿cómo recibir el Espíritu Santo? Basado en un estudio del Obispo Macedo vamos a responder esta pregunta.


¿Empezamos? Ok, comencemos por la introducción.


Por empezar, debemos saber que el Espíritu Santo no es una influencia, una energía o un "espíritu más evolucionado", es una Persona, con personalidad, cualidades y sublimes virtudes, deseosa de habitar en nosotros. Su misión más importante es conducirnos al Señor Jesús.


El Espíritu Santo realiza el nuevo nacimiento, abre los Cielos, nos consuela, nos convence del error, nos da osadía para testificar sobre Jesús, nos enseña la Palabra de Dios, nos guía en toda la verdad, intercede por nosotros ante el Padre, nos santifica, nos llena de paz, amor y alegría duraderas; además de darnos poder de curar a los enfermos, expulsar los demonios y otras cosas.


Sin lugar a dudas, la mayor dádiva de Jesucristo a Sus seguidores es la poderosa infusión del Espíritu Santo, y cada persona que recibe ese bautismo tiene una experiencia personal para contar a todos.


En este capítulo, mi intención es llevar a los lectores a aprender cómo tener la plenitud del Espíritu santo. Mañana seguiremos hablando más.


Dios bendiga a todos!!!

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